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El término cervicalgia se usa muy a menudo debido a que es una molestia muy frecuente en la población. En ocasiones, no se sabe bien a que corresponde exactamente, ni se conoce de forma precisa todo lo que engloba. En este post te explicamos todo lo necesario para entender el término y conocer más acerca de esta dolencia.
Debido al amplio abanico de causas que nos pueden desencadenar un dolor de cuello, la cervicalgia esta presente en múltiples patologías.
Otro característica importante a conocer es que otros signos y síntomas pueden acompañar al dolor de cuello. Saber los signos por los que se puede ver acompañado este dolor nos orienta hacia la posible patología que presenta nuestro paciente.
Ahora vamos a enumerar los mas frecuentes:
Como ya hemos comentado anteriormente para nosotros lo esencial es un buen diagnóstico, complementado en el caso de ser necesario de pruebas diagnósticas y de imagen necesarias. Esto nos va a llevar a conocer exactamente los síntomas de nuestro paciente y la patología que presenta y es solo en el pleno conocimiento de éstos cuando estaremos preparados para planificar un tratamiento abordando la causa de la lesión y así trabajar sobre los síntomas.
No debemos olvidar que existen casos, en los que tras este amplio estudio para alcanzar el diagnóstico creemos conveniente la derivación a otro profesional de la salud. Si esto es lo mejor para el paciente y su recuperación sin duda lo haremos.
En otros casos, siempre que lo creemos conveniente, debemos organizar un tratamiento multidisciplinar,todo ello depende del caso ante el que nos encontremos.
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La palabra cervicalgia viene del latín cervix - cuello y de algia- dolor. De esta forma, lo que la palabra describe es dolor de cuello. Así de básico y así de simple.
Por esto, realmente no debemos hablar de ésta como una patología, sino como un síntoma. El dolor es el síntoma estrella en el ámbito médico-sanitario, y el término cervicalgia no es mas que la descripción localizada de este síntoma en la zona del cuello o cervical.
Por lo tanto, hablar de cervicalgia nos describe una dolencia de la zona cervical, la cual estaría dentro de una patología. Con una buena anamnesis y exploración podemos llegar a conocer las causas de ese dolor, a la vez de identificar otros síntomas concomitantes que presente nuestro paciente junto con su dolor de cuello. Es, de esta forma, como llegaremos a un diagnóstico correcto y a conocer que patología presenta. Erróneamente se suele describir la cervicalgia como una patología en sí, siendo realmente un síntoma muy frecuente.
En este caso, el conocer la causa de este síntoma nos acercaría a la patología que presenta nuestro paciente.
Las causas pueden ser amplias, múltiples y variadas, aunque de forma global las podemos agrupar en:
Ya sea un trauma externo que recibimos en el cuerpo, y en concreto esta zona cervical, como es el caso de un accidente de tráfico provocando un whiplash o esguince cervical.
Imagen tomada de aquí.
O provocado por un movimiento incorrecto o forzado que nosotros mismos realizamos, es decir, un gesto rápido, intenso y puntual que supone un trauma para esa zona cervical. También podemos incluir en este amplio grupo una mala postura mantenida que nos provoca este dolor cervical, o la realización de un gesto repetitivo con nuestro cuello.
Imagen tomada de aquí.
Cuando la causa es traumática se suelen identificar afectación músculo esquelética de la zona, como espasmo muscular, presencia de puntos gatillo miofasciales o artrosis vertebral. Las hernias en la región cervical también suele ser una patología frecuente de esta área. También sería posible una afectación nerviosa, provocando de igual forma síntomas dolorosos irradiados en la zona cervical (además de poder presentarse en otras zonas del cuerpo como en los miembros superiores, debido a un compromiso nervioso del plexo braquial).
En estos dos grandes grupos, que establecemos dentro de las causas traumáticas, podemos encontrarnos con pacientes con una lesión muy frecuente en la población, que en numerosas ocasiones ni el paciente sabe que la presenta, y a veces es asintomática: la rectificación cervical.
Como artrosis o enfermedades reumáticas (como la artritis reumatoide).
Imagen tomada de aquí.
Dolores cervicales a consecuencia de adaptaciones estructurales por un bloqueo en otra parte del cuerpo. En este caso la biomecánica fisiológica se vería alterada. Nuestro cuerpo es una máquina con capacidad de adaptación y, es por eso que, puede resolver la disminución de movilidad de una zona compensandolo con el movimiento de otras. Cuando esta capacidad de adaptación se ve truncada, y deja de estar equilibrada, pueden surgir síntomas en las zonas de hipermovilidad compensatoria, es decir, a distancia de donde se inicio el problema, en la zona que ha intentado compensar.
Dolor en la zona cervical sin que el origen de la lesión recaiga en esa zona, como por ejemplo un dolor en la zona del cuello por un espasmo (punto gatillo) de la musculatura dorso-escapular que da dolor referido al cuello. Hay múltiples causas que pueden dar dolor cervical: espasmo de ciertos músculos a distancia (zona dorsal y zona craneal) o afectación visceral que dé dolor referido cervical, son los mas frecuentes.
Imagen tomada de aquí.
* Imagen de portada tomada de aquí.