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La displasia de cadera se conocía anteriormente como luxación congénita de cadera. Actualmente, solo se utiliza el término de “luxación” cuando la cabeza del fémur está completamente fuera del acetábulo.
Consiste en una mala alineación de la cabeza femoral con respecto al acetabúlo, originando por ello un crecimiento anómalo de la cadera. La forma más fácil de darse cuenta es al ver la asimetría de los pliegues de los muslos del bebé.
Pero para entenderlo, vamos hacer un breve repaso de la anatomía de a cadera.
La cadera está formada por dos huesos, el Iliaco, que forma parte de la pelvis y el Fémur, que forma parte del Miembro Inferior.
La articulación de la cadera, la forman más específicamente el acetábulo (iliaco) y la cabeza femoral (fémur).
El acetábulo tiene forma cóncava, como una cuchara y la cabeza femoral es convexa, redonda como una pelota.
Estas dos superficies contactan entre si para formar la articulación de la cadera.
Por su forma, tiene mucho rango articular, lo que le da un amplio movimiento.
Otra característica es la gran estabilidad que presenta esta articulación, ya que es una de las articulaciones del cuerpo que mas carga recibe.
La displasia de cadera suele ser una malformación congénita, es decir, que en el desarrollo del crecimiento y posición del hueso de la cabeza del fémur y del cotilo, se ha producido una alteración de estos.
Por lo que podemos encontrar un cotilo mas planito o una cabeza femoral que no esta posicionada junto con el cotilo, si no que esta desplazado de su sitio.
La causa es desconocida, pero si hay factores que influyen como:
A la exploración visual se pueden apreciar los siguientes signos:
Al nacer, el pediatra en la primera exploración les realiza unos test ortopédicos para valorar la displasia de cadera, donde a través de unas movilizaciones de la cadera, suele detectar que existe un problema.
Estos son los llamados Test o maniobras de Ortolani y Barlow. Estos test se realizan en las dos semanas posteriores al nacimiento.
Si se sospecha de una displasia, el especialista suele mandar una prueba médica que confirme el diagnóstico.
Estas pruebas son:
Ambas técnicas son indoloras para el paciente.
Esto lo conseguimos con el porteo y en casos muy extremos, el traumatólogo nos mandara arnés o férula tipo de Pavlik.
Las mochilas de porteo colocan la articulación de la cadera en la posición de apertura máxima (abducción) y rotación externa.
Esta es la posición más adecuada en la que se reduce la luxación de la cadera y se favorece el crecimiento de la cabeza femoral dentro del acetábulo de una manera correcta.
En el siguiente artículo explicamos los beneficios del porteo y las características de la mochila.
Para conseguir una posición adecuada de la cadera, necesitamos que la cabeza del fémur este bien orientada en el acetábulo y no se mueva.
Para ello, la sujeción tiene que partir desde la rodilla del bebe, y ni el doble pañal ni el triple pañal no ofrece esa sujeción.
Por ello, esta solución tan “clásica” no se aconseja.
Mi bebé con displasia de cadera, te contamos cómo ayudarle. DISPLASIA DE CADERA, Se la acaban de diagnosticar a mi bebé, ¿qué podemos hacer?