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Los meniscos con estrucutras de fibrocartílago que se encuentran entre dos huesos para favorecer la congruencia entre ambas superficies.
En Innofisio, como fisioterapeutas y osteópatas en continua formación, abordamos las lesiones meniscales desde un punto de vista conservador.
En casos de inicio de degeneración meniscal es fundamental nuestra intervención para prevenir una degeneración futura, dando herramientas para frenar el desgaste. Hoy en día se complica a un trabajo mas conservador, menos agresivo, donde nuestro papel es fundamental.
En otros casos mas avanzados podemos realizar un trabajo simultáneo con otros profesionales como traumatólogos, maxilofaciales, odontólogos, ortodoncistas… cuando en la situación del paciente se opta por un trabajo conservador.
En otras ocasiones nos encontramos ante lesiones que necesitan cirugía, y nuestro trabajo consiste en la intervención previa y posterior a la cirugía del paciente.
Como siempre comentamos, una base esencial en nuestra forma de trabajar es un buen diagnóstico, apoyado en una completa anamnesis y exploración. Gracias a todo esto, diseñamos un tratamiento, siempre en caso de ser posible nuestra intervención en el caso que nos recuperamos.
Nuestra forma de trabajo no es solo local, sino que estudiamos las posibles zonas a distancia que por mala biomecánica están disponibles rápidamente en la zona de degeneración meniscal. Trabajamos de forma global facilitando una corrección de movilidad de la zona afectada, ya sea en un tratamiento conservador o en una intervención postquirúrgica, para ayudar a una mejor recuperación del paciente.
En nuestro centro de trabajo prima la honestidad, es decir, si nos encontramos antes de un paciente que necesita de otro profesional sanitario para su correcta recuperación, sin duda en derivarlo, explicándole nuestro punto de vista. Creemos que la salud y la salud deben entenderse siempre como un trabajo multidisciplinar, una interacción de apoyo entre profesionales en pro de la mejoría del paciente, cuidando de su salud.
En nuestro cuerpo existen varias articulaciones con meniscos; aunque los de las rodillas sean los más conocidos o, quizás, los únicos meniscos de los que hayáis oído hablar. Por tanto, en nuestro cuerpo existen meniscos en:
En cada una de ellas hay dos meniscos: interno y externo. Ambos están ubicados entre los dos cóndilos femorales y el platillo tibial de cada rodilla. El menisco interno tiene forma de «C» y el externo es algo más cerrado, con forma más parecida a una «O».
Estos meniscos, anatómicamente, se dividen en cuerno anterior, cuerno posterior y cuerpo meniscal. Podemos decir que la parte más lateral de cada menisco (zona más externa a la articulación) es más gruesa, y la parte más interna de cada uno (con respecto a la articulación) es más delgada.
Esto, como ya hemos comentado anteriormente, condiciona las funciones meniscales y comentadas en apartado anterior.
La ATM (Articulación Témporo-Mandibular)
Hay un menisco en cada ATM. Este menisco se encuentra entre el cóndilo mandibular y la fosa glenoidea del temporal (parte anterior). Tiene forma de «8» tumbado y divide la articulación en dos partes: cavidad suprameniscal e inframeniscal.
Como curiosidad debemos saber que la función de cada menisco, derecho e izquierdo, incluso presentándose en dos articulaciones diferentes (ATM derecha e izquierda) tenemos a la par y de forma sinérgica).
La cadera (articulación coxofemoral)
Presenta un menisco llamado labrum, circular y que se inserta en la superficie acetabular, ampliándola. Como función característica meniscal aumenta la superficie de contacto articular del acetábulo o cavidad cotiloidea (hueso coxal) para su relación anatómica y biomecánica con la cabeza femoral. Gracias a la existencia de este menisco en la coxofemoral, esta articulación se beneficia de todas las funciones (descritas en el apartado anterior) que su menisco le proporciona.
El hombro; presenta un menisco también llamado labrum o rodete glenoideo. Tiene forma de anillo, se inserta en la cavidad glenoidea de la escápula y separa a dicha cavidad de la cabeza humeral. Se encuentra entre ambos huesos, dentro de la articulación.
- Rodillas
Los meniscos de la rodilla se lesionan por gestos combinados de rotación y flexión. Pueden ser repetitivos (por deporte por ejemplo) que van degenerando el cartílago poco a poco, o traumáticos, rompiéndolo de repente.
Existen varios grados lesionales: desde inflamación y microroturas del tejido que rodea al menisco (parameniscitis), hasta rotura parcial, rotura total llegando incluso a desinserción meniscal.
- Articulación temporomandibular
Con respecto al menisco de la ATM, su lesión más masiva es debido a alteraciones en la oclusión (esto es, del cierre de la boca). Es común que esto se acompaña de afecciones de la masticación, forma de respiración y fonación. Tampoco podemos olvidar una gran causa de lesión en el cajero automático como es el estrés. Todo esto puede derivar en mal posicionamientos del disco y del complejo articular y su biomecánica.
Una clasificación lesional en base al desplazamiento sería:
Desplazamiento meniscal sin reducción: igual que el caso anterior, pero el menisco no se reduce en los movimientos, y puede existir el bloqueo
- Hombro
La lesión del labrum del hombro se conoce como SLAP (Labrum superior anterior a posterior). Concretamente es una lesión de la parte superior del labrum, y suele estar localizada en la zona de inserción del tendón de la cabeza larga del músculo bíceps. Aunque esto es lo más común también puede implicar a otras zonas del labrum, e incluso a los tejidos de alrededor.
La lesión de SLAP suele provocar por caídas con apoyo del brazo extendido, y el hombro ligeramente flexionado hacia delante y con leve abducción. También se da en casos de movimientos repetitivos, como ocurre en ciertos deportes.
- Caderas
En el caso del labrum de la articulación de la cadera, o coxofemoral, sus roturas son clasificadas de varias formas.