Centro de Fisioterapia en Madrid: Innofisio
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ME HE ROTO EL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR, ¿ME TENGO QUE OPERAR?

 

Empieza a haber mucho debate sobre la conveniencia o no de operar la rodilla tras la ruptura del ligamento cruzado anterior. Hasta ahora lo más común era que si querías retomar la actividad deportiva lo mejor era operar, pero esto comienza a estar en entredicho. Tradicionalmente para esta lesión el protocolo médico consiste en hacer una cirugía temprana seguida de un tratamiento de fisioterapia. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido evidencia científica  que sugiere que el tratamiento no quirúrgico podría ser una opción igualmente válida y efectiva. En este artículo exploraremos las últimas investigaciones sobre el tratamiento, el concepto de curación del LCA (ligamento cruzado anterior) y la importancia de la toma de decisiones compartida.

 

 

modelo de rotura de cruzado anterio

 

 

 

 

La posibilidad de curación del LCA


Históricamente, se creía que un LCA desgarrado no podía generarse debido a la falta de suministro sanguíneo. Sin embargo, investigaciones recientes han desafiado esta noción, mostrando que el LCA tiene un pequeño suministro de sangre, lo que abre la posibilidad de que pueda haber un crecimiento parcial o incluso toal en algunos casos.

 

 

La opción de fisioterapia primero


En los países escandinavos, se ha adoptado un abordaje donde los pacientes primero consultan a un traumatólogo para un tratamiento consevador. Tras un examen detallado, la mayoría de los pacientes comienzan con sesiones de fisioterapia como primera opción. Con este modelo se han reducido los pacientes que finalmente necesitan cirugía. Además la opción de empezar con sesiones de fisioterpia primero no significa que llegado un punto en el que la evolución o la sintomatología del paciente no es la esperada, que la cirugía siga siendo una opción. De hecho aunque el paciente finalmente necesite una cirugía del LCA, el pronóstico de recuperación tras la cirugía es mejor en los pacientes que han realizado fisioterapia previa. 

 

 

fisio cruzado anterio

 

 

 


Comparando resultados: cirugía vs. tratamiento conservador


En Lund Suecia se realizó el ensayo KANON ( Knee Anterior Cruciate Ligament, Nonsurgical versus Surgical Treatment), un estudio riguroso sobre el manejo del LCA. Se comparó los resultados entre individuos a los que se realizó una cirugia temprana seguida de fisioterapia con los de aquellos que recibieron fisioterapia supervisada como primera opción, con la posibilidad de una cirugía de reconstrucción posterior si fuera necesario. Los resultados mostraron que hacer fisitoerapia primero no solo no fue menos favorable que la cirugía temprana si no que incluso reveló peores resultados  que el grupo quirúrgico. A pesar de los resultados del estudio muchos pacientes optaron finalmente por la cirugía debido a la creencia tradicional de que esta lesión requiere un enfoque quirúrgico. 

 

El enfoque colaborativo y la importancia de la comunicación


La decisión entre la cirugía y el tratamiento no quirúrgico debe basarse en un enfoque colaborativo entre el paciente y el profesional sanitario. Es vital informar al paciente sobre los pros y contras de ambas opciones de tratamiento, respondiendo a sus preguntas y evitando utilizar un lenguaje técnico complicado. La comunicación entre paciente y fisoterapueta debe ser primordial  y adecuada durante el proceso de rehabilitación para lograr resultados exitosos.  Los pacientes tienen que tener claro que la opción de realizar una cirugía siempre será una opción de tratamiento aunque ya se hayan comenzado con las sesiones de fisioterapia.  

 

 

cruzado roto

 

Mejores candidatos para el tratamiento no quirúrgico


Un desafío importante es determinar qué pacientes pueden beneficiarse más del tratamiento no quirúrgico. Aunque no es posible predecir desde el principio quién se recuperará sin cirugía, existen marcadores objetivos que pueden ayudar a identificar a los candidatos adecuados. Estos incluyen:

 

Además de los marcadores  anteriores es necesario que los pacientes sean perseverantes en las pautas que reciben de los fisitoreapeutas para un mejor pronóstico en la recuperación. 



Conclusiones


Aunque sigue habiendo incógnitas sobre el protocolo de tratamiento del LCA, la evidencia científica actual respalda la idea de que el tratamiento no quirúrgico puede ser una opción igualmente válida y efectiva que la cirugía temprana. La identificación adecuada de los candidatos para el tratamiento no quirúrgico y el enfoque colaborativo  entre pacientes y personal sanitario son fundamentales  en la toma de decisiones para poder lograr resultados exitosos en la rehabilitación de las roturas  del LCA. El futuro de la investigación en este campo nos brindará una comprensión más profunda de las opciones de tratamiento y permitirá mejorar aún más el protocolo de tratamiento de estos pacientes. Con todos los datos anteriores podemos considerar que en la mayoría de los pacientes merece comenzar con fisioterapia precoz como primera opción de tratamiento como alternativas a la operación del cruzado, teniendo claro que el paciente siempre puede optar por una cirugía de reconstrucción si la evolución no es favorable. 

 

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