Centro de Fisioterapia en Madrid: Innofisio
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¿QUÉ TIENEN DE ESPECIAL LAS MANOS DE UN FISIOTERAPEUTA?

 

 

¿Cómo podemos llegar a sentir con las manos el estado físico de un paciente? Ésta es una pregunta que frecuentemente nos hacen en consulta.

¿Cómo podemos reconocer sus lesiones y saber dónde les duele “simplemente” tocándolos? En el siguiente post hablaremos sobre ello.

 

 

Las manos, nuestra herramienta principal

 

Nosotros, los fisioterapeutas osteópatas de Innofisio, usamos nuestras manos no sólo como instrumentos motrices para efectuar técnicas manuales, también las utilizamos como si fuesen una especie de “sensores”.

 

Antes de efectuar cualquier tratamiento manual hacemos diferentes tests de valoración. Éstos nos sirven para entender cómo funciona vuestro cuerpo. De esta forma diagnosticamos cuál es la posible causa o causas de vuestra afectación.

Estos tests suelen ser palpatorios. Esto es, necesitamos tocar distintas estructuras o partes del cuerpo del paciente para sentir su estado y movilidad. Con esta palpación también detectamos posibles diferencias de temperatura, de tono muscular, de volumen, de tensión y restricción…

 

Todo esto lo conseguimos gracias a nuestras manos y su sensibilidad. Las manos conforman nuestra herramienta principal, y sin las cuales no podríamos obtener esta información valorativa.

 

manos haciendo un masaje en la espalda

 

 

¿Sólo captamos información con nuestras manos en la fase de diagnóstico?

 

Después de haber realizado la fase de entrevista, y la ya explicada anteriormente fase de diagnóstico donde ya empezamos a sentir con nuestras manos, pasamos a la fase de tratamiento.

 

En Innofisio nuestros tratamientos de fisioterapia y osteopatía son manuales. Por lo tanto, una vez más nuestras manos entran en acción.

Aunque durante el tratamiento nos sirvan para realizar técnicas específicas en nuestros pacientes, con ellas constantemente estamos sintiendo.

En el tratamiento no sólo aplicamos técnicas, sino que sentimos como éstas van haciendo el efecto en la zona que estamos tratando. De hecho, las técnicas se deben nutrir de esta información recibida para así ser más específicas, personalizadas y por lo tanto efectivas. 

 

Según las percepciones que nuestras manos van captando de forma constante vamos modulando la técnica, y si es necesario estableciendo cambios en ellas en el protocolo de tratamiento del paciente.

Esto demanda una atención constante a la hora de trabajar por parte de nuestro equipo por y para el paciente.

 

Es gracias a esta consciencia de saber qué hacemos en el tratamiento, y estando atentos a las respuestas del cuerpo del paciente, por la que la eficacia y especialización de la sesión es muy alta.

 

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