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Es muy importante elegir la almohada que mejor se adapta a nosotros, de modo que así podamos mejorar el descanso y evitar lesiones.
Se ha evidenciado que gran parte de las molestias, sobre todo de la columna cervical y musculatura y tejidos de esta zona, se relacionan con este factor. Éstas mejorarían con un buen soporte y apoyo de la cabeza durante el descanso.
La elección de la almohada resulta un poco difícil ya que depende mucho de la persona, de su postura, morfotipo y biomecánica. Y, es que, no son pocos los pacientes que acuden a nuestra clínica de fisioterapia en Madrid preguntándonos cómo elegir su almohada, así que vamos a intentar ayudaros.
Es importante reflexionar por qué nos peleamos con la almohada. Hay ocasiones en las que nuestro cuello tiene cierto nivel de rigidez que no le impide adoptar cualquier possición. Mientras estamos de pie el cuello está en esa posición qu aceptamos, pero al tumbarnos y tener que adaptarnos al colchón y a la almohada, no somos capaces. En ese caso en el que tu almohada de siempre te es incómoda, lo que tenemos que mirar es cómo está la movilidad de tu cuello y si hay alguna zona rígida.
Piensa en el niño que se queda dormido en el coche con la cabeza torcida y cuando se despierta no le duele. ¿por qué? porque no tiene ninguna restricción de movilidad que le impida llegar a esa posición, en cambio los adultos no es que no podamos mantener esa postura, es que ni siquiera somos capaces de ponernos así. El cuerpo va perdiendo la capacidad de movimiento sin darnos cuenta.
Por el diseño de nuestro cuerpo, estamos preparados para sostener y soportar nuestro cuello mientras estamos de pie. Pero, cuando nos tumbamos, es necesario colocarlo en un soporte adecuado para su descanso.
Por tanto, una almohada ideal es la que sostiene nuestro cuello al igual que nuestras vértebras y musculatura lo hacen cuando estamos de pie. Es decir, debe mantener una alineación correcta de nuestro cuello con respecto al resto de columna vertebral.
De la misma forma, no podemos olvidar que no es suficiente con tener una buena almohada, sino que hay que usarla correctamente.
Al igual que debemos prestar atención a nuestro colchón y la postura que adoptamos la hora de descansar.
Existen multitud de tipos de almohadas, pero para una buena elección hay que tener en cuenta que la almohada debe sostener el peso de la cabeza. También debe adaptarse a ella sin deformarse demasiado, y ajustarse al espacio del cuello que queda libre en nuestra postura de descanso.
Es fundamental buscar un diseño ergonómico y controlar la altura de la almohada para evitar problemas cervicales. Siempre debemos pensar que lo ideal es que nuestra almohada nos posicione el cuello en el eje de la columna, sin que la cabeza rote ni se lateralice.
Una mala postura en la cama también tiene mucho que ver con el uso de una almohada inadecuada. Por ejemplo, el uso de una almohada demasiado alta en la posición tumbado boca arriba provoca una exagerada flexión cervical. Esto propicia la aparición de tensiones y espasmos musculares en la zona cervical, así como en el resto de la columna. Segúna las formas de dormir que tengamos os damos unas recomendaciones:
Lo ideal es que el material de tu almohada sea similar a la de tu colchón.
Hay infinidad de tipos de almohadas, pero nos vamos a fijar en dos criterios fundamentales:
Esta característica es la que nos hace estar más o menos cómodos con una almohada. Además ésta tiene que ir de la mano de la complexión de la persona. Cuanto más grande sea la persona, mayor firmeza necesitará para que su cabeza quede bien sostenida. Nosotros aconsejamos almohadas de la menor firmeza posible siempre y cuando la cabeza se quede alineada. En los casos de gente que duerme boca abajo y en niños, lo aconsejable siempre es firmeza baja, respecto a una firmeza alta. Ésto es importante para reducir la presión que nos ejerce la almohada y ayudar a los músculos a poder relajarse.
Podemos elegir entre pluma, látex, almohada viscoelástic, de material sintético, espuma viscoeslástica con memoria… y los criterios para decidir esto serán las alergias, la sudoración y la adopción de malas posturas durante el sueño.
En caso de personas con alergia a los ácaros necesitaremos látex o fibra sintética lavable a más de 60ºC.
Para gente muy calurosa, es más aconsejable la pluma y para gente con malas posturas durmiendo es mejor un material viscoelástico con memoria.
Ya hemos elegido la mejor almohada para nuestro descanso pero esto no basta… hay que usarla correctamente.
Hay veces que nos compramos una buena almohada, cara y ergonómica, pero aun nos despertamos con dolor y sin haber descansado lo suficiente.
Aquí el problema es cómo la usamos. Para combatir esto os dejamos unos pequeños consejos:
Por desgracia, no existe una almohada milagrosa que nos vaya bien a todos. La almohada perfecta para ti dependerá de tu postura, morfotipo, posibles lesiones o rigideces de tu columna vertebral, y por supuesto, de tu gusto personal.
Si necesitas una valoración adaptada a tus necesidades estaremos encantados de atenderte en nuestra clínica de fisioterapia en el centro de Madrid.
Lo ideal es un reposa cabezas de dureza media, con una longitud que deberá superar la del ancho de los hombros. Se aconseja una almohada más alta, de 15 centímetros. Cuanto más ancho se sea de hombros, mayor grosor debe tener el cojín
Te dejamos un vídeo de como elegir tu almahoda
¿CÓMO ELIJO MI ALMOHADA?